Descripción
Robin Hood anónimo
Reseña del libro «Robin Hood»
Llevada tantas veces al cine desde la versión protagonizada por Douglas Fairbanks (1922) y sobre todo por Errol Flynn (1938), hasta la más moderna de Russell Crowe, la historia del caballero sajón que robaba a los ricos para repartir su botín entre los necesitados, sigue estando de actualidad, por haberse convertido en un mito universal de todos los tiempos, adalid de la rebeldía contra el tirano. Con ella revivimos aquellos durísimos tiempos medievales en donde predominaban los castillos y villanos, los soberanos obispos y clérigos, los torneos, los caballeros y gentiles damas, y juglares que cantaban las hazañas de los héroes de la gente común.
A partir del siglo XVI, Robin Hood quedó establecida como una de las obras más conocidas del folklore inglés. Prototipo del bandido generoso, Robin Hood es, en esencia, un rebelde que defiende al pueblo humilde contra los abusos de una nobleza despótica; roba a los ricos y poderosos para repartir el botín entre los pobres e indefensos. Puesto al margen de la ley por opresores, el héroe y sus seguidores se guarecerán en el bosque para allí hacer la guerra a quien impone en nombre del Estado una ley arbitraria, inhumana e injusta. Al igual que todos los de su especie, Robin Hood es calificado de bandido por las autoridades civiles y eclesiásticas, pero cuanto más le persigue el Estado, más le favorece el pueblo.